Fundada en 1873 como Cincinnati Bell, ahora el proveedor de telecomunicaciones regional líder en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos, renombró y cambió su nombre a Altafiber. La principal actividad de la marca es la prestación de servicios de telefonía fija, Internet por fibra óptica e IPTV. La empresa distribuye sus servicios a través de sus subsidiarias Cincinnati Bell Telephone y Hawaiian Telcom. Están ubicados en Cincinnati, Dayton y Hawai. Habiendo comenzado su historia como una empresa de telégrafos como franquicia de Bell System, la empresa comenzó a expandirse activamente en los años 90 utilizando los logros de las tecnologías modernas, ofreciendo, junto con Internet y servicios móviles. Pero en 2014 se cerró esta última dirección para centrar su mayor atención en los servicios corporativos y de fibra óptica. La marca fue comprada por dos empresas, Macquarie Infrastructure y Real Assets, lo que resultó en un cambio de marca y un cambio de marca completo de la empresa en 2022, constantemente a la vanguardia de la innovación.
La nueva visualización se ha convertido en un reflejo de la idea principal de la marca de que la fibra es el futuro. El nuevo diseño es una demostración espectacular de la velocidad y potencia, así como de la estabilidad de la fibra, convirtiéndose en la forma más óptima de transmitir información para todas las necesidades del mañana. La identidad se basa en la idea de la fuerza motriz de la fibra y el acceso justo a Internet, la creación de ciudades inteligentes y logros innovadores en educación, salud y negocios. El nombre de la marca es una palabra compuesta que se ha convertido en la base de una marca denominativa. Su primera parte, Alta, significa «sublime», lo que refleja el compromiso de la marca con la aplicación de estándares más altos en todas las áreas de sus actividades. La identidad demuestra una redefinición del enfoque de servicio al cliente, mayor compromiso con la comunidad. La segunda parte de la palabra, fibra, envía al espectador al material a través del cual funciona la marca.
La marca denominativa en el logotipo está hecha en una fuente redonda sans-serif en minúsculas, cuya separación semántica está asegurada por la separación de dos partes usando dos colores. El primero se ejecuta en negro contrastante, y el segundo, en azul claro, que forma efectivamente la percepción visual requerida del logotipo. La claridad de ejecución y el cuidadoso interletraje crean las condiciones necesarias para facilitar la lectura del logotipo en cualquier tamaño, tanto en formato tipográfico como digital. Estilo minimalista: la ausencia de sobrecargar la imagen con elementos innecesarios aseguró la facilidad de recordar y reconocer la marca entre los diseños gráficos de logotipos de empresas similares.