El nivel más alto que puede alcanzar una publicidad, una imagen formada y un estilo debidamente organizados, es el nivel de un icono. En un momento en el que muchos luchan por logros menos elevados, esforzándose por aportar algo único, aquellos que han logrado el reconocimiento a nivel de icono ya lo personifican. Esta tarea fue encomendada al estudio de diseño florentino Auge Design por la mundialmente famosa marca alemana para la producción de productos «dulces»: Bahlsen. Sus galletas, bizcochos y otros dulces han sido reconocidos por su alta calidad e insuperable sabor desde 1898, cuando Hermann Bahlsen presentó por primera vez su galleta de mantequilla Leibniz al público más exigente.
Su producción siempre se ha caracterizado por el uso de nuevos productos, nada más inventarlos. La fábrica de Bahlsen es 10 años antes de que Henry Ford utilizara la primera línea de montaje en Europa. En la actualidad, los gofres y galletas, las barras de chocolate y las tortas de Bahlsen son los preferidos por los golosos en 55 países donde se suministran los productos de la empresa.
Pero los tiempos están cambiando. Ahora se están produciendo cambios especialmente significativos a gran velocidad, lo que requiere que incluso las marcas más eminentes se adapten rápidamente a ellos. El viento del cambio también ha tocado al conservador Bahlsen, que este año ha presentado un diseño nuevo, distintivo y audaz para su logotipo y marca registrada. En la primavera de este año, el primer lote de Choco Leibniz apareció con un nuevo diseño en los estantes de las tiendas. Se suponía que la nueva identidad formaría una personalidad absolutamente única, que, sin embargo, se basaría en los 122 años de historia de la marca. Se le pidió que garantizara de inmediato el reconocimiento, la singularidad, no susceptible de copia. Auge Design lo hizo con éxito.
El elemento más destacado es la firma azul del fundador de la empresa, que se precipita de izquierda a derecha de un solo golpe impetuoso, como si quisiera sacar rápidamente el embalaje de un solo impulso. Todo esto se hace con un fondo a todo color que puede variar según la línea de producto. El color de la fuente se eligió en un tono más oscuro y profundo que el que se usó en la versión anterior. La evolución del signo se llevó a cabo de forma muy sutil, pero eficaz. Una mejora importante fue su adaptación para un uso de alta calidad en aplicaciones digitales. Al mismo tiempo, se logró claridad en la formación de la conexión entre las letras. Al mismo tiempo, se prestó especial atención a las imágenes de los productos, su selección, que ahora lucen en el empaque contra el fondo del logo principal.