Diez años después de su último cambio de marca, la ciudad belga de Lovaina ha vuelto a centrar su atención en su propia identidad. En las condiciones modernas, 10 años es una gran cantidad de tiempo durante el cual se producen cambios cardinales tanto en el mundo circundante como directamente en las ciudades mismas. En un esfuerzo por mantenerse al día, tales eventos necesariamente deben reflejarse en la identidad visual, especialmente si la ciudad tiene más de 1100 años y es mundialmente famosa como un centro universitario, que alberga la universidad más antigua de Europa, fundada por Juan IV de Brabante. Hoy es la ciudad principal de la provincia de Brabante Flamenco, que guarda muchos tesoros históricos y culturales, siendo los centros de arquitectura históricamente importante, que fue destruida casi por completo durante las dos Guerras Mundiales. Pero en los últimos 10 años, la ciudad ha cambiado significativamente y ha continuado su crecimiento y desarrollo como centro cultural, histórico y educativo, siendo de gran importancia para todo el mundo. La necesidad de reflejar todos los cambios actuales y garantizar que el reflejo visual de la esencia de la ciudad coincida con las tendencias modernas fue el motivo del cambio de marca actual.
Completamente rediseñado y repensado, el nuevo estilo de la casa transmitió de manera muy precisa y completa lo que es hoy la ciudad de Lovaina. Es una ciudad cálida y acogedora con una población de más de 190 nacionalidades que viven y trabajan juntas en paz y armonía. La imagen creada de un lienzo de un solo color, que consta de una variedad de elementos, parches, presentados en varias formas y colores, simboliza esta cohesión e integridad de lo diferente en un común. La nueva identidad proporciona una percepción visual de la apertura y la soltura que caracteriza a la ciudad, su innovación revolucionaria, donde se abren infinitas posibilidades y perspectivas ilimitadas. Un punto importante de la nueva visualización fue el reflejo de su constante juventud y frescura, el dinamismo que le brindan sus jóvenes residentes – estudiantes. Lovaina es una ciudad en constante movimiento y renovación, que siempre piensa en el futuro, respetando su pasado.
El nuevo logo refleja simbólicamente el mapa de la ciudad en su brillante esplendor de varios colores. Al mismo tiempo, las formas geométricas del logotipo son un reflejo de la correcta ubicación de las zonas urbanas. La ejecución del logotipo se asemeja a la estructura de las vidrieras de las antiguas catedrales, lo que vincula fuertemente la ciudad moderna con su rico pasado. Al mismo tiempo, el logotipo se percibe como una oda a la diversidad y creatividad que lo caracterizan. La composición en sí tiene una forma abierta, lo que demuestra una disposición para la cooperación y cualquier cambio. Una característica del logotipo llama la atención: algunos de los elementos tienen sombreado en blanco y negro. De esta manera, los diseñadores comunican lo incompleto de la historia. Y los tonos rojos son comunes a los colores principales del escudo. Ocupan el centro de la composición, formando la apariencia de la letra L, la primera letra del nombre de la ciudad.
