Conocida en todo el mundo de la música, la Filarmónica de Berlín, que es una de las mejores orquestas del mundo, ha cambiado su identidad visual. Fundada en 1882 por 54 músicos de la Orquesta Benjamin Bilze, que no querían ir de gira a Varsovia en un carruaje clase 4 «indigno» para ellos. Su primer nombre fue Frühere Bilsesche Kapelle. Luego adoptaron el nombre de su primer líder: la capilla de Von Brenner. El nombre moderno se le dio a la orquesta en 1887. Hoy es la principal orquesta alemana de clase mundial, financiada por la ciudad de Berlín y Deutsche Bank, que ocupa el edificio de la Filarmónica de Berlín en Berlín, especialmente erigido para ella en 1963 en la Potsdamer Platz.
El virtuosismo único de la interpretación y el sonido irresistible, característico únicamente de la Filarmónica de Berlín, le han proporcionado el reconocimiento mundial y la presencia de un gran número de admiradores entre muchas generaciones de oyentes de todo el mundo. No solo como la compañía líder del Olimpo musical alemán, la Orquesta Filarmónica defiende el honor de la cultura nacional alemana a nivel internacional, reflejando su nivel y autoridad indiscutible. Dadas las condiciones de nuestro tiempo, la aparición de nuevas tecnologías y las peculiaridades de la percepción visual de los oyentes de hoy, una compañía musical de tan alto nivel se dio cuenta de la necesidad de cambio. En primer lugar, los cambios afectaron a la identidad de marca, la identidad corporativa de la orquesta, que fue desarrollada por el destacado estudio británico Oliver Helfrich (Londres, Reino Unido).
En contraste con la formación tradicional de marcas comerciales, la identidad de la orquesta requería un enfoque diferente. Se basó en reflejar las emociones que la música del grupo evoca en el público, teniendo en cuenta las modernas técnicas de visualización. Los gráficos y colores de la visualización contribuyeron a una transferencia más precisa del efecto de las transformaciones y la apertura de perspectivas completamente diferentes, que es una propiedad disponible solo para la música. Sobre la base de la rica historia de la Filarmónica de Berlín, sus elementos tradicionales que han asegurado el reconocimiento de la marca durante muchos años, se decidió preservar el color amarillo y el símbolo del logotipo del pasado: el letrero del Pentágono, que refleja la característica arquitectónica del Gran Salón del edificio Filarmónico. El lenguaje visual se ha ampliado enormemente para adaptarse a las versiones impresas y digitales modernas. El símbolo adquirió capas dinámicas, que en la animación se convirtieron en un reflejo del movimiento del sonido, cambios en su sonido en diferentes perspectivas.
La fuente de la marca, colocada a la derecha de la marca, se ha diseñado especialmente para la nueva identidad caso por caso. Las serifas, la colocación ajustada de las letras y el resaltado en negrita aseguraron una fácil percepción visual del emblema en cualquier ubicación. La diferencia en el grosor de las líneas de la fuente y el letrero creó el efecto necesario para facilitar la memorización y el reconocimiento.