La compañía de seguros Insurely se fundó en 2018 para crear una nueva opción de seguro en la que todos ganan. La marca consideró que su tarea principal era crear una plataforma que se diferenciara de servicios similares en su apertura y claridad. El resultado fue un verdadero avance tanto para el propietario como para el proveedor. El desarrollo de la plataforma tuvo en cuenta los deseos de los usuarios y se complementó constantemente con nuevos productos, con la ayuda de los cuales se formó una opción beneficiosa para todos, basada en la amplia experiencia práctica de estructuras similares en el campo de los seguros de datos abiertos. Al aceptar la oferta de Insurely, cada usuario obtiene una experiencia invaluable en el uso de dichos recursos, al comprender todos los matices de los seguros, lo que les permite tomar la decisión correcta y mejor en el futuro. Todo esto se tuvo en cuenta y se tomó como base para la formación de una identidad visual atractiva e informativa de la marca.
Habiéndose fijado el objetivo de convertirse en líder en el campo de los seguros abiertos en poco tiempo, la empresa prestó especial atención a su propia visualización. Basando su estrategia en la transparencia y la apertura, utilizando tecnología digital, la marca ha creado su propio sistema de diseño, una voz visual única y una jerarquía de mensajes bien pensada. La visualización se creó teniendo en cuenta todos los puntos de contacto, para cada uno de ellos, con el fin de garantizar la eficacia de la interacción entre el «anfitrión» y el «invitado». Se creó un mundo tridimensional, basado en datos abstractos, una fuente abierta original de diseño propio y formas geométricas construidas sobre indicadores numéricos. Estos elementos aseguraron la conexión del servicio con datos abiertos, manteniendo la dinámica lúdica y atractiva deseada. Este trasfondo se ha convertido en una compensación efectiva de la severidad y la monotonía de las otras categorías.
El objetivo de la nueva identidad no era crear una representación visual de la marca, que atrajera no una conexión directa con la dirección de la marca, sino la “genialidad” de su propio desempeño. La fuente original, que no tiene una clasificación propia, se creó utilizando caracteres semiplanos, con serifas parciales. Sus letras «r» e «y» se atraen por su singularidad y el efecto de equilibrio creado por su extrañeza mutua. La letra «s» llama inmediatamente la atención por su pesadez, debido a la complejidad de la curvatura superior. Las letras apiladas una encima de la otra, la “I” girada se asemejan a tubos de ensayo preparados para una centrífuga, lo que no tiene conexión semántica con la marca en sí. Complementado por una estética tan «químico-farmacológica» de gráficos 3D activos, creando una atmósfera de investigación de laboratorio. Mejora este sentimiento y las formas extrañas que lo rodean.