Inversor global, empresa francesa independiente – Meridiam, que opera desde 2005, ha presentado su nueva identidad visual. Con un enfoque en el desarrollo, la financiación y la gestión a largo plazo de la infraestructura pública, la empresa invierte en Europa, América del Norte y África. Actualmente, la sociedad anónima simplificada cuenta con más de 100 proyectos financiados en los sectores de transporte, construcción y servicios públicos. En constante desarrollo, la empresa se esfuerza por expandir sus áreas de interés, especialmente en las áreas modernas de energía «verde», así como la gestión activa y la reducción del consumo humano de electricidad. En esta dirección, la marca, al convertirse en el accionista mayoritario de Voltalis, adquirió una posición de liderazgo en Europa. Los cambios que se han producido requirieron la introducción de cambios fundamentales en la identidad visual, que debían resumirlos y presentarlos de manera comprensible y atractiva.
A la empresa británica OPX (Londres, Reino Unido), posicionándose como una empresa que abre un futuro excepcional a los demás, se le encomendó el rediseño de la apariencia, identidad corporativa y logotipo, así como la formación de una nueva estrategia.
En prueba de su propia identidad, OPX, a través de su trabajo creativo con Meridiam, ha podido articular y reflejar la nueva misión de la marca: negocios para una mejor calidad de vida, apoyando a las comunidades y protegiendo el planeta para las generaciones futuras; trabajo – en nombre del hombre y de la Tierra. Esta última formulación se convirtió en la base de toda comunicación de autopresentación visual. Todo el contenido de información creado fue diseñado tanto para audiencias internas como externas.
Comenzando a formar una nueva identidad con el desarrollo de un logotipo, la empresa prestó la mayor atención a su brevedad, atractivo y legibilidad en cualquier aplicación. Habiendo preservado su contenido informativo textual, los diseñadores hicieron un movimiento espectacular: la letra «M», que es la capital del nombre de la marca, se creó gráficamente incorrectamente, trayendo notas de humanidad a la atmósfera general de toda la composición, demostrando lo simbólico conexión del hombre con el planeta. Sin embargo, existen algunas fallas visuales en la ejecución de la carta, que son realmente llamativas y piden corrección. Es la falta de suavidad en algunas «transiciones onduladas» y suavidad en los contraespacios interiores lo que los hace nítidos. El resto de las letras sans serif hacen que el logotipo sea visualmente accesible y atractivo.
La elección de la paleta de colores se basó en la prioridad de aplicar tonos neutros. El énfasis en el verde oscuro en todos los ámbitos reforzó el énfasis en el enfoque terrenal y natural del propósito central de la marca.