Las cervecerías colombianas se encuentran actualmente en medio de una crisis de COVID. A pesar de que no existen restricciones a su producción, como en México, el país ha experimentado una fuerte caída en la producción de un producto local. En este contexto, la aparición de la nueva fábrica de cerveza Cerveza Guardian en 2021 se ha convertido en un evento importante para los amantes de la cerveza artesanal local. Al ser un recién llegado a este mercado, la empresa inmediatamente trató de declararse no solo por el sabor original de su producto. La fórmula única derivada de la investigación y el trabajo creativo del estudio de diseño Invade (Medellín, Colombia) se convirtió en la base que permitió a la marca establecerse de inmediato en el mercado colombiano.
Para promover eficazmente Cerveza Guardian, el logotipo reflejaba dos conceptos principales de éxito: ciencia y arte. A pesar de su algo opuesto, su combinación en un nuevo emblema resuelve con éxito la tarea. El conocimiento y la pasión por crear algo nuevo y atractivo se han convertido en la base para la creación de una nueva cerveza artesanal colombiana que demuestra un equilibrio único entre ciencia y arte. Los diseñadores han resuelto con éxito su tarea: materializar esta unión en la identidad visual de la nueva marca. Esto fue ayudado por el uso de un par de manos, entre las cuales, en el espacio libre interno, se forma la apariencia de un cuello redondo, la lata cubierta por ellas, así como los contornos creados visualmente de la letra mayúscula de la marca. nombre – «G». Al mismo tiempo, la posición de las manos crea una clara impresión figurativa que la persona protege, protege no solo la letra, sino también el producto en sí. Tal conexión, al mismo tiempo que demuestra la minuciosidad del desarrollo de la cerveza humana, proporcionó la percepción visual requerida de la singularidad de la bebida propuesta, una estricta adherencia a su receta de preparación.
La colocación de la marca “Guardian” alrededor de la imagen de las manos, ejecutada en minúsculas, crea la impresión de rayos divergentes de un círculo imaginario creado por las manos. Se ve especialmente impresionante en una lata, donde se usan bloques de dos colores y polaridad diferente: blanco y oro apagado con texto y letrero negros acentuados. Las manos están en un círculo dorado. Y desde su borde, las letras del texto irradian, repitiendo los contornos del círculo fuera de él. El círculo en sí se percibe como una «lengua» invertida en la tapa de la lata, lo que realza el simbolismo de toda la imagen, su apego a la esencia y el empaque del producto en sí.