Fundada en 2010 por Justin Kalifowitz y Joe Conyers III en SoHo, Nueva York, EE. UU., Songtrust lanza una plataforma del mismo nombre para compositores y músicos en 2011. Brinda amplias oportunidades para que estos últimos administren cómodamente sus derechos tanto para la implementación de publicaciones como para los derechos conexos, incluido el registro de sus obras directamente. La plataforma prevé la provisión de acceso para recibir regalías directamente de todo el mundo (hoy ya incluye 90 países). La tarea principal de la empresa y la plataforma que creó es crear mejores condiciones para quienes dirigen su propio negocio musical. Songtrust se asoció con Order of Brooklyn, con sede en Nueva York, para asegurarse de que esté completamente actualizado mediante la creación de una nueva identidad visual que refleje de manera efectiva los cambios que han tenido lugar.
El proceso de renovación se inició con el desarrollo de una nueva estrategia, en la que participó el experto en la materia Adam Beal. Una de las direcciones fue la expansión de las capacidades de comunicación, en la que los autores adquirirían capacidades adicionales en todos los niveles. El sistema de identificación permitió realizar la cobertura más amplia de las voces de todas las personas, sus aspiraciones y deseos en la estructura unificada de la plataforma, construida sobre la base y en torno al lenguaje musical con visualización universal. La nueva identidad creó todas las condiciones para demostrar que cada autor pasa a formar parte directamente de todo el sistema, formado por una gran cantidad de elementos relacionados. Y la parte más activa.
Seleccionadas como el elemento principal y reconocible del logotipo, dos notas musicales ubicadas simétricamente entre sí son una interpretación simbólica del hecho de que la marca considera a cada autor como una persona única e independiente, pero como parte de su propia comunidad. Además, el signo tiene un significado visual diferente. Si miramos el campo negro alrededor de dos notas blancas, que están formadas por un espacio negativo, podemos ver un monograma en el signo, en forma de letra estilizada «S», la primera letra del nombre de la plataforma. Es una composición visual original que crea una percepción visual de la unidad de la palabra y la música, que se visita literalmente en su centro. Elaborada con la fuente National 2 de Klim Type Foundry, la marca denominativa brinda una sensación visual de confiabilidad, afirmando que la marca es confiable. Se adapta de manera efectiva y armoniosa a la composición gráfica general, aportando una individualidad pronunciada.
Lo mismo se aplica a la paleta de colores ecléctica bien elegida, que refleja el espíritu interior de la marca, la diversidad de culturas que representa la plataforma. Al mismo tiempo, el lenguaje visual en sí se basa en una estructura visual formada, comprensible y atractiva, que incluye la propia música como su propia base.