Uno de los organizadores y participantes del movimiento Misión Agua, Saur, presentó su nueva identidad, cuya renovación fue el resultado de una revisión de su propia estrategia. La marca considera que su tarea principal es garantizar la protección efectiva de los recursos hídricos, su purificación de alta calidad y la organización de una distribución justa del agua. Al mismo tiempo, la empresa busca cubrir con sus servicios no solo a los ciudadanos, sino también a los municipios, empresas agrícolas, organizaciones no gubernamentales, a toda la sociedad en su conjunto. Al mismo tiempo, está tratando de involucrar a tantas personas y organizaciones como sea posible en el tema de la conservación y pureza del agua, quienes podrán invertir en salvar este recurso tan importante para todo el Planeta, en inventar nuevos modelos y encontrar soluciones para Problemas existentes. La nueva identidad de marca es un reflejo efectivo del cambio de estrategia y el objetivo de convertirse en un líder importante en la transición al agua para 2030.
La visualización de la marca no se basó en un principio minimalista. Toda la identidad se formó con una carga mínima tanto de elementos visuales como de información textual excesivamente detallada. El nuevo logotipo consiste en una imagen simbólica de olas que se propagan en la superficie del agua y un letrero de texto: el nombre de la marca, ubicado directamente debajo de este símbolo. La imagen en sí tiene información oculta sobre su propiedad en forma de letra S, la primera letra del nombre, que está formada por tres segmentos centrales.
El elemento de texto del logotipo fue diseñado de acuerdo con la identidad corporativa y como el elemento principal que enfoca el área de actividad profesional de la empresa. Hecho sin serifas, con curvas aleadas, típicas del flujo de medios líquidos en varias superficies, crea una sensación de fluidez. Roturas en los elementos de las letras, su ejecución discontinua en puntos tradicionalmente conectados remite al observador al efecto de la tensión superficial del líquido y la discontinuidad de su gota con las formas redondeadas de cada una de las gotas.
La elección a favor de un color corporativo, el azul profundo, que simboliza el agua limpia en la profundidad de una fuente natural, también se hizo para reducir los elementos visuales y reflejar fácilmente la principal información importante sobre el área de operación de la empresa. Este color es símbolo de frescor y frescor, demostrando la conexión directa de la marca con el agua, y además caracteriza a su dueño como una empresa respetable y sólida. Al mismo tiempo, su color profundo y rico, elaborado con los logros de las tecnologías modernas y utilizado en la identidad de la marca, asegura una alta calidad de su percepción cuando se refleja en formas tipográficas o digitales modernas.