La historia de su propia producción de bicicletas fue iniciada por la marca estadounidense Schwinn en 1895. La compañía ha sido durante mucho tiempo un representante líder de este tipo de producción en los Estados Unidos, cimentando sus ventajas con el lanzamiento del Sting-ray en los años 60, que inmediatamente se convirtió en un culto. El surtido de la empresa siempre ha incluido modelos para corredores profesionales y aficionados, niños y adultos, diseñados para la conducción a campo traviesa y de montaña, y otros tipos que permitieron hacer una elección de acuerdo con el propósito previsto. Los problemas que comenzaron en los años 90 llevaron al cierre de la marca en 1983. Hoy, Schwinn está intentando, si no recuperar su antigua gloria, recuperar su posición en este mercado. La empresa inició su renacimiento con la restauración de su propia imagen visual, la cual fue desarrollada por el estudio Manual de San Francisco, CA.
El trabajo fue interesante, pero bastante desafiante, ya que la marca no solo ha sido amada por miles de usuarios de bicicletas durante muchas décadas, sino que en realidad ha sido un ícono real de la cultura estadounidense. Pero también el uso de enfoques modernos para la formación de su propia imagen. El uso de tecnologías modernas aseguró la formación de una marca denominativa con una tipografía segura y clara. Manteniendo un vínculo con su propia historia, la nueva interpretación parece audaz y fuera de contacto con los tiempos. Ha adquirido un nuevo reflejo visual, más deportivo y versátil, que permite su uso en una amplia gama de productos que ofrece la marca. Conservada para el reconocimiento de la marca y demostrando su profundo apego a su propia historia de éxito, se ha conservado la famosa estrella que ha acompañado a la marca durante muchos años. Pero sus gráficos han sufrido un replanteamiento y una simplificación modernos, asegurando que cumplan con los requisitos de la modernidad. Tratando de mantener en su estructura cierta conformidad con la brújula, la nueva forma adoptada en el pasado comenzó a gravitar más hacia la forma de los radios, lo que hizo que la estrella fuera aún más flexible. Este sentimiento se realza con la ayuda de una nueva solución de color: el uso de un solo color para el símbolo, lo que contribuye a una autoexpresión más efectiva. El color rojo brillante se ha convertido en el principal tono corporativo. Junto con la estrella actualizada, esta composición ha adquirido un nuevo significado y aparece no solo como un logotipo único, sino como el «Sello de Calidad» propio de la marca.
La tipografía también ha experimentado cambios significativos. El nombre de la marca se ha actualizado con letras redibujadas que se han modernizado en un estilo moderno. Al mismo tiempo, se conservó una peculiaridad tan notable y memorable de su actuación. Gracias a esta decisión, todos los productos que se convirtieron en réplicas del pasado pudieron adquirir una identidad propia, conectada con su pasado, destacando su propia individualidad. De una manera tan original, la nueva visualización ayudó a la marca renovada a mantener su herencia.