Smallicieux: un nuevo espacio de entretenimiento y educación para niños ha adquirido una identidad externa memorable y atractiva. El logotipo y la identidad corporativa se desarrollaron con la ayuda de la agencia de branding Graphéine (París y Lyon, Francia), de 19 años. El equipo creativo de personas afines a la agencia, brillantes representantes de la comunidad del diseño con un alto nivel profesional y apasionados por la idea de formar una imagen en cualquier campo, se distingue por la creación de proyectos únicos, incluido el desarrollo de estrategias, marcas, identidad visual y mucho más. También comenzaron a desarrollar la apariencia de un nuevo recurso, Smallicieux, creado sobre la base de la Cité des Enfants (Ciudad de los niños), una exposición permanente desde 1992 en París, Francia. En 2010, ya como Smallicieux, se inauguró en el centro comercial Lillenium en Lille, Francia.
La transformación comenzó con la creación de un nuevo nombre que reflejaba el enfoque de la marca, su relación directa con los niños. Smallicieux es una combinación de dos palabras: «pequeño» y «malicieux». Se ha convertido en una asociación del sonido anglo-francés, la interpretación de las palabras, que encarna la ambición y la historia de la marca, así como su alegría y deseo de estar más cerca de los niños, no solo en esencia, sino también en su apariencia. incluyendo su nombre. El nombre resultó ser bastante inteligente en su sonido. En ese sentido, describe muy bien a su audiencia, da una descripción precisa de la misma. Smallicieux es un mundo divertido y educativo que se presta muy bien a la visualización a través de la creación de elementos emocionales representados por imágenes emocionales, expresiones faciales, sonrisas, picardía, al tiempo que enfatiza el deseo de hacer descubrimientos.
El elemento de acento del logotipo y cuyo signo más tarde se convirtió en el principal en los espacios digitales y en las designaciones de aplicaciones fue la primera letra del nombre de la marca: «S». La letra en cursiva, que la conecta con la escritura escolar, ha adquirido una agradable redondez en su bucle y benevolencia visual. El punto y coma invertido delante de la «S» hacía que la combinación de estos elementos se pareciera mucho a una cara sonriente traviesa. Todas las demás letras del nombre fueron elaboradas de tal manera que preservaran la unidad del estilo travieso y juguetón establecido por el primer signo. El resultado fue una integración exitosa de la palabra, la letra del signo en una especie de emoji y viceversa. Si observa de cerca el primer letrero, puede ver cómo las letras y los letreros se transformaron en contornos que se asemejan mucho a un emoticón sonriente y guiñando un ojo. Este movimiento gráfico le da vida al logo, lo hace más informativo, al mismo tiempo que lo mantiene minimalista.