Argentina, es decir, las afueras del norte de la Patagonia, en Río Negro es famosa por sus platos exóticos. Pero es el extracto de kombucha elaborado por Slug Club, una marca fundada en 2020, que es especialmente popular en todo el mundo. La receta para su preparación fue creada por Eugenia Ripari, quien trabajaba en ese momento como consultora de estilo de vida saludable en el campo de los productos orgánicos. A pesar de la gran cantidad de ofertas de productos a base de kombucha en Argentina, fue su bebida fermentada la que tomó la delantera. Hoy, la marca está disponible en varias tiendas Patagonia en tres sabores: jengibre, hibisco frambuesa y flor de saúco. El crecimiento de la demanda del producto, el deseo de ir más allá de los límites de su distribución territorial, la empresa llevó a cabo un cambio de marca completo mediante la creación de una nueva identidad y embalaje.
La kombucha, bastante conocida en Europa, apreciada en los EE. UU., aún continúa generando un interés genuino en América del Sur, aumentando la expectación. El rebranding permitió promover la marca en un mercado con mayor demanda y menor impacto disruptivo. Esto se logró con una marca de palabra personalizada flexible que tiene la doble capacidad de parecer accesible y demasiado genial. Esta idea se desarrolla y amplía con la paleta de colores y la tipografía originales. En combinación con una ilustración atractiva, que formaba parte de la marca original, se aseguraba su originalidad y reconocimiento.
El resultado del trabajo fue la creación de un sistema delicioso e inteligente, caracterizado por el brillo y la frescura, así como un efecto refrescante que siempre se puede saborear en cada reunión posterior. Habiendo perdido la sencillez característica de la versión anterior, el nuevo logotipo se vuelve más moderno y fácil de leer. Esto lo hace más atractivo, comercialmente disponible, conservando todos los beneficios de una individualidad pronunciada.
La imagen del logo ha sido dibujada en un estilo no clasificable. En esencia, es una mezcla de curvas cuadradas de lo que parecen trampas de tinta clásicas. Sin embargo, esta fue una manera fácil de construir contadores y usar espacios negativos. Efectivamente crearon un contraste con las líneas curvas. El diseño es agradable y divertido. Utiliza profesionalmente cuatro caracteres cortos en un bloque de texto separando las letras L y U. La ubicación de estos caracteres se sostiene en el mismo lugar, lo que forma la construcción de un buen ritmo. Pero para potenciar el atractivo, ambas letras han adquirido movilidad y dinamismo, tienen la capacidad de estirarse y encogerse tanto juntas como a su vez, lo que potencia el efecto de llamar la atención.